El Cristo de San Damián

Bajo los frescos centrales se encuentra una reproducción del Cristo de la iglesia de San Damián, en Asís, el célebre Cristo que habló a San Francisco de Asís (1182 – 1226) y le ordenó reconstruir la iglesia.

Se trata de una cruz de estilo románico, una de las imágenes más conocidas del crucificado en todo el mundo y uno de los símbolos mayores de la orden capuchina. La imagen original mide 2’10 metros de alto por 1’30 metros de ancho. De autor anónimo, fue pintada hacia el año 1100 sobre una tela y colocada en la iglesia de San Damián. Esta reproducción es algo más pequeña, pero está hecha con una enorme fidelidad por el pintor conquense José Luis Valenciano.

Por debajo de este hermoso Cristo glorioso se encuentra el sagrario, en tonos azul y dorado, con la imagen del Cordero en el centro y las espigas doradas a ambos lados. El sagrario está hecho en los Talleres de Arte Granda.