La Capilla Penitencial

La antigua capilla de Santa Teresita (véanse las fotos del lugar original) ha sufrido varias transformaciones. La primera consistió en dedicar su altar interior a la Divina Pastora, una tradición y piedad muy capuchina. La nueva capilla se inauguró en abril de 1956, con imagen que presentamos y un pequeño retablo obra del escultor Félix Enrique Pueyo.

Más tarde se pensó en habilitar en ese espacio un lugar más apropiado para el sacramento de la penitencia. La iglesia de San Antonio ha sido un lugar muy frecuentado para recibir ese sacramento. Los confesonarios individuales estaban situados a los lados del templo y en la parte trasera.

Se quería un lugar más reservado y acogedor para que los fieles, dejando de lado los servicios ordinarios del culto en el templo, pudieran hacer sus ejercicios de silencio y reflexión. Al mismo tiempo se diseñaban unos espacios de confesión más amplios, donde los fieles pudieran elegir la forma tradicional o una relación más cercana con el confesor.

Entonces se pensó en transformar la capilla, a un lado del templo en el lugar penitencial/oracional actual. Se inauguró el día 4 de octubre de 1990, cuando se festejaban los 50 años de la construcción del templo, en una celebración presidida por el arzobispo de Pamplona.

En la actualidad, el oratorio cuenta con seis confesonarios y sirve no solo para este sacramento, sino también para la celebración de la oración de los Salmos con el pueblo, tanto en el rezo matinal de Laudes (8´15 de la mañana), como en el de Vísperas (7 de la tarde).

A veces se celebran también en esta capilla misas para grupos reducidos.

Actualmente el oratorio está presidido por el imponente Cristo en la cruz de Alonso Cano.