Otros elementos decorativos

El gran arco central de la cabecera de la iglesia es de cemento, al igual que las dos columnas que lo sostienen, y los capiteles de las mismas.

En el capitel de la izquierda hay representadas unas figuras, en las caras frontal y lateral derecha; en una se ve a una mujer sentada y una cabeza en el asiento, y en la otra, de nuevo, una mujer con la palma del martirio y una balanza, símbolo de la Justicia. En el capitel de la derecha hay una figura que podría ser la de Santa Clara; en otra de sus caras, dos figuras que podrían ser San Francisco y Santa Clara; en la cara más externa se puede ver un peregrino.

Finalmente, en el presbiterio se instaló, con la reforma de 2009, un altar y un ambón de piedra blanca en planos quebrados, siguiendo, en cierto modo, el estilo de la bóveda y también el estilo geométrico de las figuras de Sánchez Cayuela. En el paño del sagrario, para centrar la atención y dignificar esta zona se instaló una decoración de corte geométrico a base de láminas de pan de oro y plata.

En la parte superior hay tres vidrieras claras en cada uno de los tramos del templo. Con dibujos geométricos, tienen en el centro los escudos de Jhesus (JHS), de San Francisco (el símbolo de San Francisco crucificado con Cristo) y de María (M), vistos desde la cabecera hacia el fondo.

En el último tramo se puede ver una cuarta vidriera, pequeña y circular, que también da a la fachada y que está, en el exterior, tras la cabeza del San Antonio situado encima de la puerta principal. En la vidriera que tiene el escudo de María puede leerse: Unión de Artistas Vidrieros, S.L. Irún.

En el lado derecho del templo hay un enrejillado de madera en la zona del presbiterio que se corresponde con el Coro de la zona de Clausura, tanto en la planta baja como en la planta superior, en forma de arcos.

En el siguiente cuerpo, siempre en la pared derecha, hay una figura de San José, sobre un pequeño pedestal. Esta imagen se colocó en este lugar en la reforma del 2009.

El tercer cuerpo de este lado derecho es también una arquería que da acceso tanto a la sacristía como a la Capilla Penitencial. En uno de los pilares hay un medallón tallado en piedra que representa al Padre Esteban de Adoáin. Una leyenda dice debajo: “Fue grande en obras y virtudes, y nuestro más célebre misionero en los tiempos presentes. Llevó el Evangelio de la paz a siete naciones. Restauró la Orden Capuchina en España. El 8 de octubre de 1956 fue introducida su Causa de Beatificación.” Y a continuación figura una oración al venerable Esteban de Adoáin (Adoáin 1808 – Sanlúcar 1880).

En la parte trasera de la iglesia, en los espacios que hay entre las columnas que soportan el coro, hay dos frescos circulares, pequeños, que no se restauraron en 2009, que representan sendos ángeles, en estilo románico.

En la zona que está bajo el coro hay una imagen central de la Divina Pastora.

A la izquierda, un San Francisco de Asís de madera, con las manos extendidas, que parece contemplar algo que falta claramente en ellas: un gran crucifijo. Es una talla importante que procede también de Lecároz.

Y en el otro lado, a la derecha de la Divina Pastora, se ha colocado recientemente una figura en bronce del último santo de los capuchinos, San Pío de Pietrelcina, el célebre Padre Pío (1887 – 1968), que padeció los estigmas de la cruz en su cuerpo y fue canonizado en junio de 2002 por Juan Pablo II. La obra fue adquirida en febrero de 2009 en la casa italiana Marmi Arrighini, en la ciudad de Pietrasanta, provincia de Lucca, una empresa fundada en 1870 y especializada en imaginería religiosa. A los pies del santo, en el pedestal, protegido por un cristal, se colocó uno de los paños usados por el Santo de los Estigmas para recoger la sangre de la llaga del costado.

Por fin, junto a la entrada, hay una pequeña imagen de San Antonio, protegida por una urna.