EXPOSICIÓN

 

CRUZ Y PASCUA


TESTIMONIOS

Tomás Halík

Comprendí que el núcleo del cristianismo es el mensaje pascual de la cruz y la resurrección, de la muerte y la resurrección de los muertos. La persona debe tocar ese fondo, el grito del abandono de Jesús en la cruz, para poder emprender el camino hacia los rayos de sol de la mañana de Pascua. El mensaje de la resurrección lo entendemos probablemente solo en la medida en la que antes fuimos capaces de experimentar las tinieblas del Viernes Santo.

No percibimos la luz de la resurrección y, en nuestra condición de peregrinos por el camino terrenal, no podemos percibirla de forma completa e inmediata como una realidad evidente. Esas gotas de luz solo podemos recogerlas en las pequeñas conchas de nuestra fe y de nuestra esperanza; ese tesoro lo llevamos solamente en frágiles vasijas de barro 2 Cor 4,7.

Sí, mi comprensión del cristianismo me permite aceptar no solo la verdad de la fe, sino también una cierta verdad de la increencia: la experiencia de lo trágico y de lo absurdo como una descripción veraz de un mundo desgarrado por el pecado. Si realmente quiero ser un verdadero discípulo de Cristo, no puedo taparme los oídos ante el grito de dolor de Jesús en la cruz. De la fe no espero solo respuestas, sino también el valor de perseverar en el espacio abierto a la pregunta, en la oscura nube del misterio. La verdad del Viernes Santo es otra verdad que la de la mañana de Pascua, pero ambas pertenecen a la verdad de la vida.

 

Timothy Raddclife

En realidad, solo existe un acto de perdón, en la mañana de Pascua. El Viernes Santo, la humanidad había hecho el peor mal posible. Habíamos rechazado a Dios. Habíamos crucificado al amor encarnado. Habíamos dicho: No, no queremos ser amados. La mañana de Pascua, Dios no dijo: Olvidemos el Viernes Santo. No hablemos más de esto. Al contrario, hizo algo que recordaríamos siempre. El leño muerto de la cruz ha florecido. Aquel acto terrible y estéril de odio se convirtió en el comienzo de una nueva vida. Es la victoria del amor creador de Dios sobre todo el odio estéril. Traemos a Dios a nuestra vida, con nuestros intentos fallidos de amar, con nuestros momentos de crueldad, con las heridas que infringimos. Y la gracia creadora de Dios las cura.

 

Soeur Emmanuelle

99 años, muchos años con los leprosos en Egipto

Resucitar es caminar siempre más adelante hacia la pobreza y humildad de corazón. Tengo que aceptar no pertenecerme, no sostener el timón de mi vida para dejar que el ser de Dios invada nuestra nada.

Cuando en Navidad recordamos la Encarnación, no decimos otra cosa: Dios, el infinitamente Inmenso, el Amor total, viene a habitar nuestra nada. Vivo en la medida que le dejo vivir en mí. Todo va hacia Él, para estar en Él y Él en nosotros, más y más. Eso es la resurrección. Es Él quien resucita en nosotros. En su resurrección está la resurrección de toda la humanidad. No es tanto que el hombre resucite, sino que es Cristo resucitado quien penetra en nuestro corazón, más y más. Desde el interior de nuestro corazón Él nos atrae hacia su resurrección. Misterio gozoso el de la Navidad: El Dios Todopoderoso viene a nacer en la pobreza total de nuestro corazón. ¿te figuras esta realidad inimaginable: ¡que un ser humano pueda, en su vacío, su nada, su vacuidad, ser habitado por la trascendencia!, ¡Dios lo llena todo!

 

Michael Lonsdale

Actor francés

La resurrección es un misterio sobre el que nuestras palabras no tienen dónde agarrarse. Hay que renunciar a saber para tener confianza. La fe no es otra cosa sino confianza en la Palabra encarnada, Jesucristo, salvador de nuestra pobre humanidad. Creer a Cristo es caminar hacia el júbilo de la mañana pascual. Jesús tuvo que llamar a María Magdalena por su nombre para que lo reconociese en el jardín. Sé que un día Cristo nos llamará a todos por nuestro nombre propio y nos dirá: Ven, entra en el gozo, en la paz de tu Señor.

 


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