El ábside en los inicios del templo

La iglesia se inauguró con altares (uno central y dos laterales) provisionales en su cabecera.

Sin embargo, ya estaba diseñado lo que sería el ábside con las pinturas del artista navarro Emilio Sánchez Cayuela “Gutxi”.

La obra se realizó con gran celeridad, de manera que las crónicas del tiempo dicen que se concluyó “en poco más de un trimestre”.